El acelerador de partículas CTF3 del CERN requiere un control térmico altamente estable para funcionar. Se desarrolló un innovador sistema capaz de estabilizar la temperatura a 0.02°C de desviación.

Usando una aproximación de enfriamiento escalonado, seguido de calentamiento fino mediante dos etapas, se logra un control sin precedentes, superando las expectativas.

El sistema, desarrollado por SMASP e Idom en colaboración con el CERN, requirió la integración de tecnologías de refrigeración, mecánica y control.

Gracias a este breakthrough científico, el CTF3 puede operar en condiciones óptimas para sus experimentos de física de partículas, ayudando a entender los primeros momentos del universo.

La precisión térmica extrema alcanzada abre posibilidades antes imposibles en investigación de vanguardia. La colaboración entre centros de investigación e ingeniería hace realidad avances que parecían inalcanzables.